También se decía en aquel entonces que apenas quedaban "180 unidades de la fuente del león por todos los barrios, excepto por los más nuevos, donde se colocan modelos con un diseño menos clásico". Oscar Esquíroz, director de Conservación Urbana del Ayuntamiento de Pamplona, era la fuente (valga la redundancia) de una información en la que se aseguraba que estos surtidores "se comenzaron a fabricar hace ahora casi un siglo por [...] Casa Sancena, una empresa familiar que siempre consideró a esta fuente como su sello más personal".
Tanto el dato de los ejemplares supervivientes como el origen
sancenero de las fuentes los hemos demostrado como inciertos en el blog
The Green Lion Project. Tenemos ya
347 fuentes inventariadas, y hemos contado cómo no es posible que Sancena creara un modelo del que hay en Pamplona ejemplares fundidos en Escocia, concretamente por la empresa Glenfield. El dossier, insistimos,
está a vuestra disposición.
Hoy, por gentileza de Francisco, un fuentero de pro, os traemos alguna imagen más de las fuentes del león en paisajes británicos al cien por cien. Para que veáis lo bien integradas que están en su hábitat originario, aunque sigamos considerando que Pamplona, sin estas fuentes, sería menos Pamplona. También os traemos un recorte de prensa inglesa de 1983, donde se ve la información de la venta de Glenfield & Kennedy, la empresa que empezó a fabricar los leones surtidores.
Por cierto, y para los que se han perdido algún capítulo de nuestras investigaciones sobre las fuentes y no entienden cómo beber en la fuente que está en una esquina, si el chorro saldría directo a la carretera... les explicaremos que, en el modelo original escocés, el agua no salía por la boca del león sino por un lateral, el derecho mirándola de frente. O sea, que incluso en esa fuente se podía beber sin riesgo a ser atropellado.